El área protegida conserva su biodiversidad, paisaje único, y las prácticas de pesca artesanal y tradicionales de recolección de algas, compatibilizando diversos usos y fomentando el desarrollo del turismo en armonía con el entorno. El santuario está conformado por distintos ambientes, rocas marinas, playas arenosas, una laguna de características salobres separada por una barra del mar y un sistema dunar adyacente. Este mosaico de ambientes constituye en términos ecológicos una amplia variedad de hábitats y microhábitats para la flora y fauna, presentando gran diversidad y abundancia.