El valor ambiental de la zona se fundamenta en la presencia de ecosistemas únicos y específicos, con especies de flora y fauna endémicas y en categoría de conservación. Desde el punto de vista de la flora y vegetación, en el área se desarrollan al menos 8 comunidades vegetacionales que contienen 19 especies que están en alguna categoría de conservación. En términos gruesos, la mitad de las especies contenidas en la Región Metropolitana está en los Altos de Cantillana. En su flora se destaca la presencia de Avellanita (Avellanita bustillosii), especie endémica en peligro de extinción, y especies en estado de conservación vulnerable. En la fauna, especialmente vertebrados terrestres, en el área existirían al menos 163 especies, de los cuales 25 son endémicas y al menos 37 especies en alguna categoría de conservación. Se destaca la presencia de Lagarto (Pristidactylus valeriae), especie endémica del cerro Cantillana, y de otras especies en variados estados de conservación, tales como el Loro tricahue (Cyanoliseus patagonus), Halcón peregrino (Falco peregrinus), Colo-colo (Oncifelis colocolo), Güiña (Oncifelis guigna) y diversas especies de reptiles. Este sitio se caracteriza por presentar amplias y variadas zonas de vegetación no intervenida, importantes para la preservación de la flora y fauna de la Cordillera de la Costa. Además, en su extremo nor-oriente, se ubica el estero Angostura, uno de los cuerpos de agua con mayor biodiversidad de peces nativos en la Región. Asimismo, el macizo montañoso es una importante fuente de agua tanto para el consumo de la población en su área de influencia como para las actividades productivas (agricultura, minería) que allí se desarrollan (Bustamante, R. et. al. 2007; CONAMA).