P. tarapacana es considerada como la especie más especializada del género y por su notable capacidad de crecer a las mayores altitudes alcanzadas por plantas leñosas en todo el mundo, llegando a los 5.200 m en el volcán Sajama en Bolivia (Schmidt-Lebuhn, et al., 2006) Los Polylepis son componentes de bosques alto-andinos o bien de matorrales en alturas cercanas a los 5.200 m.s.n.m., completamente rodeados de vegetación de puna que consiste en varias formas de pastos bajos y arbustos (Killeen et al., 1993) El género Polylepis incluye alrededor de 20 especies, exclusivas de la distribución andina en Sudamérica, en hábitats montanos y subalpinos, frecuentemente sobre la línea del límite de la vegetación arbórea, Polylepis tarapacana en Bolivia , crece sobre los nevados de Sajama, alcanza los 5100 m de altitud convirtiéndose en la planta leñosa que habita a mayor altura a nivel mundial ( Kessler, 1995) En Chile, las comunidades de Polylepis tarapacana están ubicadas en la Región de la Estepa alto-andina y de la Puna, en las subregiones de estepa alto andina altiplánica y en la Subregión de la Estepa Alto-andina subdesértica, donde presenta el límite sur. Es una especie altamente especializada y adaptada para soportar y resistir condiciones ambientales muy restringidas (Gajardo, 1994). árbol andino que habita en las laderas de grandes volcanes del altiplano de Bolivia, Perú y norte de Chile, entre los 3900 a 5100 m de altitud (Kessler, 1995). Se reconoce un importante rol ecológico como ingeniero ecosistémico, ya que en sus bosquetes se desarrollan variadas especies de flora y fauna. Ríos (1998) señala que Polylepis tarapacana en la zona de Collahuasi (I Región, Chile) se distribuye en forma preferencial en hábitat de exposición oeste y noroeste, en cerros y lomajes, ubicándose en los altos y medios de ladera, en un rango altitudinal que oscila entre 4100-4700 m, sobre andesitas de hornblenda. Las comunidades de queñoa se encuentran en hábitat que pertenecen a ecosistemas de altura con carácter árido-frío, muy vulnerable a los efectos de la desertización (Ríos, 1998). Se encuentra bajo el régimen de lluvias de verano, con una gradiente descendiente desde Parinacota (18°11'S) el promedio es de 316 mm anuales, en Ollague (21° 12' S) alcanza sólo a 82 mm. (Ríos, 1998) Polylepis tarapacana se encuentra adaptado a condiciones más extremas de frío y aridez que otras especies de su género, se encuentra creciendo en las mayores altitudes a nivel mundial, habita entre los 4100 y 5200 m de altura. En grandes altitudes como ocurre entre 4800 a y 4900 m de altura en el Volcán Sajama (18° 06'S, 68° 53'W), Bolivia, alcanza alturas entre 2-4 m. Se ha determinado la importancia de las temperaturas de verano y la radiación solar en el crecimiento de P. tarapacana en Bolivia, por sobre la disponibilidad de agua, cuando se encuentra a grandes altitudes (Hoch, & Körner,2005)
Especie poco conocida por la inaccesibilidad del territorio montañoso donde crece, donde forma pequeñas poblaciones en sectores protegidos y favorables en las laderas altas y pedregosas o entre grandes rocas (Serra et al. 1986). La circunscripción de los taxones del género Polylepis es difícil, debido a la amplia variación morfológica dentro de las poblaciones, variabilidad limitada entre especies reconocidas, y aparentemente una extensa hibridación (Kessler 1995, Kessler & Schmidt-Lebuhn 2006, Schmidt -Lebuhn et al. 2006).
Forma comunidades específicas denominadas “queñoales; (Teillier 2000)
En las subpoblaciones medidas en Collahuasi (I Región) la densidad promedio de las poblaciones correspondió a 742, 79 individuos/ha, con gran variabilidad debido a que sólo algunas de ellas presentaban regeneración (Ríos 1998); estos corresponden a las subpoblaciones del Cordón de Millumi: 453,58 ind/ha, Carcanal de Ujina: 139,44 ind/ha, en depósitos de lava del volcán Pichincha: 1.053 ind/ha y en Cerro Silvar, una densidad de 803,75 ind/ha.
Schmidt-Lebuhn et al. (2006) señalan el interés por desarrollar proyectos de reforestación en terrenos mineros en el norte de Chile, para ello han estudiado la variación natural de las subpoblaciones chilenas de Polylepis tarapacana y P. rugulosa. Actualmente existen otras iniciativas para la conservación de los bosquetes de queñoa en zonas de influencia de las mineras (CED 2005).
Sí
No aplica.
Amenazas que enfrenta la especie
Los bosques montanos de Polylepis en Sudamérica pertenecen a los ecosistemas boscosos más amenazados en el mundo (Renison et al., 2004). Aunque no hay referencias concretas, todo parece indicar que las subpoblaciones de P. tarapacana han estado sometidas a una intensa explotación, ya que es requerida como combustible y planta medicinal. Esto ha determinado que sus comunidades hayan sufrido una fuerte reducción, en especial aquellas cercanas a los poblados (Serra et al., 1986). Además existe presión en el uso del suelo del norte de Chile donde se concentra actividad minera de extensa ocupación de territorio con vegetación frágil, que incluye tanto a queñoales como a bofedales de altura. Al igual que otros bosques de queñoas han sufrido cambios vegetacionales, por incendios para promover terrenos de pastoreo, y la extracción de madera (Renison et al., 2004). La queñoa de altura sufre la pérdida y degradación del hábitat, y la reducción de sus ejemplares producto del mal manejo de los bosques, debido a la falta de orientación técnica y silvicultural, producida a inicios de siglo XX, durante una intensiva actividad minera de azufre, que requería de considerables volúmenes de leña para combustible (Ríos, 1998) Ríos (1998) en el análisis de las subpoblaciones de queñoa en Collahuasi (I Región) determinó que se encuentran en hábitat con niveles medios a fuertes de artificialización. En la región de Tarapacá, la queñoa ha constituido y aún se mantiene como una fuente de energía fundamental para la población de origen Aymará que habita en la zona (Ríos, 1998). La queñoa es una de las escasas especies leñosas arbóreas que habitan el altiplano, por lo tanto se ha explotado para la obtención de madera para leña y carbón vegetal y construcción de vigas de casa e iglesias, los troncos amarillo-rojizos son empleados en artesanía y también se utiliza como planta medicinal y tintórea, especialmente se cosechan las hojas y la corteza (Montenegro et al., 2001).
- Pérdida de Hábitat / Degradación (Causa antrópica )
- Cosecha (Caza/Captura)
- Desastres Naturales
Usos y manejos sobre la especie
- Medicina humana y veterinaria
- Combustible (aceite, alcohol, leña, otros)
- Material para construcción o estructural