Es uno de los siete oasis de niebla que existen en el borde costero de Chile, lo que permite la formación de una vegetación única y adaptada a la escasez de agua. Este sitio alberga aves marinas endémicas y amenazadas, como el piquero peruano, el cormorán guanay y el pingüino de Humboldt. Encontrándose además, restos arqueológicos culturales Changos, Camanchacos y Chinchorros