La Estación Costera de Investigaciones Marinas (ECIM), de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) fue creada el año 1982, y los investigadores decidieron cerrar un kilómetro de costa rocosa y el fondo marino adyacente, con la idea de impedir todo tipo de intervención humana directa. De este modo, crearon informalmente una de las primeras áreas marinas costeras protegidas en el mundo. A través de la exclusión de la actividad humana al interior de la reserva marina, este experimento aportó algunas de las primeras evidencias científicas de que los humanos están alterando profundamente los ecosistemas marinos, lo que se vio reflejado en decenas de publicaciones e inspiró la creación de áreas marinas protegidas. El sector de costa comprendido por este sitio es muy representativo de la costa rocosa expuesta de Chile central. La roca está constituida por ígneos graníticos que conformando plataformas, canalones, paredones y bolones. Como en la mayor parte del litoral central, las Cruces se encuentra directamente expuesto al oleaje, con olas que se intensifican en magnitud durante tormentas de invierno. En el sitio se encuentra el loco (Concholepas concholepas), poblaciones del pequeño chorito maico (Perumytilus purpuratus), que proveen hábitat a otras 60 a 70 especies, lapas Fissurella crassa y F. limbata.